Este viernes, los 27 se reúnen en Bruselas para consensuar una posición común de cara a la Cumbre de Washington: a ese encuentro que, en teoría, tiene que refundar el sistema financiero internacional y que se celebra en casa de un mal presidente en funciones. José Luis Rodríguez Zapatero quiere conseguir el pase a la final, quiere cruzar la pasarela, y hay quien dice que lo hará de la mano de Nicolás Sarkozy. Consiga o no un puesto en la mesa del G-20, el presidente del Gobierno español debería plantearse por qué le está costando tanto recibir una invitación. Quizá podamos encontrar una respuesta en el último número del prestigioso semanario The Economist. Además de dedicar bastantes páginas a contar al mundo cómo nuestra economía se hunde [algo muy beneficioso para la inversión extranjera, por cierto], dedica su editorial a la figura de Zapatero, y dice esto...
History may judge that Mr Zapatero was right to oppose the war in Iraq. But under him [...], Spain’s foreign policy has resembled the pleadings of an NGO rather than the cool-headed pursuit of national interest by a country which wants to be treated as a world leader. In his first term, Mr Zapatero’s main initiative was a worthy but nebulous “Alliance of Civilisations”. In his second term he has set as a goal the worldwide abolition of the death penalty.
Mr Zapatero has proved himself a skilled political tactician. But he has shown no willingness to lead his Socialist Party out of its politically correct comfort zone. If Spain’s remarkable success is not now to be followed by stagnation and limited international relevance, he will have to do so.
Que The Economist exagera no hace falta que lo diga yo... pero que acierta en líneas generales... también resulta bastante evidente. Quizá este viernes culmine la tarea a la que ha dedicado Zapatero todos los esfuerzos de las últimas semanas: comenzar a pintar algo en el panorama internacional. Podemos plantearnos por qué no fue así antes [la marcha de Chirac y Schröder tiene mucho que ver], pero ya es hora de ponerse a trabajar para cambiarlo. Yes, we can.
||||| Yes, we did. Parece que Zapatero ha recuperado su silla...
6 comentarios:
Sin duda. Eso espero yo también. Por cierto, el titular me pareció excelente.
Muchas gracias, amigo.
Preciso y contundente el titular y el artículo.
Como bien dices, Zapatero debe hacerselo mirar el por qué de esa limosnita y por qué antes todos le querían y ahora muchos le ignoran.
PD: felicidades por el diseño del blog, hacía tiempo que no pasaba por aquí y me he quedado muy agradado (es lo que tiene el RSS).
Salud y República amigo.
Gracias por los halagos. Espero que no vuelva a pasar tanto tiempo antes de que volvamos a coincidir en la red... ¡Un abrazo!
Me gusta el artículo por su neutralidad, pero creo que es demasiado optimista.
Un saludo.
Es que estoy firmemente convencido de que DEBEMOS ser optimistas! Un abrazo...
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