martes, 8 de septiembre de 2009

Un argumento legal

Es complicado, sí, pero es constitucional. Reformar la Constitución es constitucional. Y por lo tanto, legal. El argumento de la consejera catalana de Justicia es legal.

Artículo 167.

1. Los proyectos de reforma constitucional deberán ser aprobados por una mayoría de tres quintos de cada una de las Cámaras. [...]

2. De no lograrse la aprobación mediante el procedimiento del apartado anterior [...], el Congreso por mayoría de dos tercios podrá aprobar la reforma.

3. Aprobada la reforma por las Cortes Generales, será sometida a referéndum para su ratificación cuando así lo soliciten [...] una décima parte de los miembros de cualquiera de las Cámaras.
Hace unos días, Montserrat Tura planteó algo sensato: si el Tribunal Constitucional dice que el Estatut no encaja en la Constitución... podría pensarse en una reforma de la Constitución. O lo que es lo mismo: si una mayoría parlamentaria [y ciudadana] ha impulsado un texto legal que no encaja en la Constitución... entonces es la Carta Magna la que ha quedado pequeña. Hay quien dice que eso sería cambiar las reglas del juego a mitad de partido [sí, efectivamente es así], pero los mecanismos de reforma son tan estrictos que las nuevas reglas contarían con un amplísimo respaldo. Intentarlo es de políticos sensatos y consecuentes con sus objetivos. Pero eso sí: pone de manifiesto que el asunto se ha tramitado muy mal. La reforma de la Constitución debería haberse impulsado antes que la del Estatut. Ahora, el caos está servido.

1 comentario:

Bomarzo dijo...

Es así. Lo sensato hubiera sido ensanchar el campo antes de que al jugar viésemos que el campo era pequeño. La casa se empezó por el tejado.
En cualquier caso estoy de acuerdo en lo principal: se puede y se debe reformar la Constitución. Tenemos un miedo atávico a tocar la Carta Magna. Da la sensación de que los españoles sólo sabemos convivir porque esa constitución existe y que si se toca una coma, todo aquello que se llamó el Espíritu de la Transición se cayera de repente. Si eso fuese así es que hemos vivido una mentira enorme y yo no creo que hayamos vivido en una mentira.