jueves, 13 de noviembre de 2008

La decisión de todas las noches

No suelo tener mucha responsabilidad sobre los contenidos informativos de la radio, pero cuando tengo alguna... siempre me asalta la misma pregunta: ¿estoy contando lo más importante para el oyente, lo más interesante para el oyente, o... lo que más me importa/interesa a mí? Es una cuestión que siempre afecta muy directamente a la noticia de apertura. Hoy la cosa estaba clara, hemos abierto con una noticia interesante, importante... y además propia. Pero otros días... la cosa no está tan clara. Debate abierto. ¿Alguien responde?

||||| Sin duda, yo habría abierto cualquier día con esto... ¡histórico!

13 comentarios:

Bomarzo dijo...

Compleja cuestión, amigo. A la hora de hacer una escaleta es muy difícil separar para abrir entre lo que tú consideras importante y lo que puede ser importante para los que te oyen, sobre todo, como os pasa en el caso de audiencias millonarias.
En cualquier caso mi pregunta es ¿A la audiencia le preocupa el orden o el cómo? Es muy probable que este debate sea técnico-periodístico y la audiencia permanezca al margen. No sé.

Anónimo dijo...

El orden como tal... no lo sé, es discutible. Pero la noticia de apertura creo que sí: es lo que provoca que te quedes escuchando, leyendo, viendo... o no...

David Holguín dijo...

La radio es algo que puedes tener de fondo mientras realizas una actividad y saltar, subir el volumen cuando realmente te interesa la noticia. Pero sin duda lo que más favorece es a la imaginación del oyente al poner cara a aquellos que están hablando (y eso que tenemos google imagenes)

Un abrazo
David Santos

Anónimo dijo...

Pues supongo que estás hablando de la madre del cordero de la profesión. Es difícil dar en el clavo a veces, pero piensa que lo que realmente te afecta/interesa a ti, quizá no sea tan distinto de lo que le interesa/afecta a muchos de los que te oyen. Al fin y al cabo eres un individuo dentro de una sociedad.

Anónimo dijo...

¿Qué ocurre con el Congo? A la gente, en general, no le interesa el Congo. ¿Debemos procurar que se enteren de lo que pasa allí? ¿Debemos forzar que les interese?

Fernando de Luis-Orueta dijo...

Pues sí, esto es la madre del cordero. Cuando me ha tocado tomar una decisión así (y durante algunos años me ha tocado tomarla muchas las mañanas) he creído que la mejor opción es optar la honestidad: es decir, apostar por la noticia que tu, personalmente, crees más relevante. Eso, a mi entender, es el resultado de sumar dos factores: tu interés personal sobre el asunto, matizado por la necesidad de que sea un tema que pueda interesar a un sector amplio de tu audiencia (si eres aficionado, un poner, a los trenes, la puesta en marcha de un nuevo modelo será, para tí, lo más interesante del día. Pero como profeional sabes que no será así para la mayoría de los oyentes).

Me parece importante aportar ese ingrediente del interés personal, de la sensibilidad. Al fin y al cabo es precisamente eso lo que distingue a un medio de comunicación que elabora la información de un frío cable de agencia.

La cuestión conecta, en el fondo, con el viejo tema de la objetividad. Si a estas alturas ya ha quedado bastante claro que es imposible ser objetivo, y que el esfuerzo ha de ponerse en ser honestos, hágase lo mismo con la noticia de apertura.

Anónimo dijo...

Totalmente de acuerdo con florueta. No sé trata de forzar, pero sí es verdad que los medios, para bien o para mal, pueden centrar o provocar el interés sobre ciertos temas y para ello no me parece mala la receta de la honestidad, la sensibilidad personal y el tomarse muchas cervezas en los bares de barrio para no perder el contacto con la realidad.

perdidoenmihabitacion dijo...

Es un error en el que solemos caer, porque la vorágine informativa nos devora y no vemos allá de la sala de prensa y de la redacción. Hombre, lo de Felipe es glorioso. Es una confesión de esas que merece la pena...

Anónimo dijo...

No sé qué os parece... pero a mí me sigue dando la sensación de que la honestidad... a veces no basta para justificar una decisión...

Fernando de Luis-Orueta dijo...

¿Por qué no, David? Me interesa esa reflexión. A mí de entrada no se me ocurre un argumento mejor que la honestidad para explicar una decisión. Puede ser la decisión equivocada, pero la has tomado pensado que era la que debías tomar.

Anónimo dijo...

No! Si la honestidad me parece un requisito imprescindible... pero no se nos pide algo más que honestidad? ¿dónde está el "criterio"?

David Guerrero dijo...

Un tema realmente complicado. Sigo en la línea que apunta florueta de la honestidad. Una honestidad que nunca debe olvidar al oyente que hay al otro lado. El periodista debe saber que es lo que más interesa a su audiencia, aunque en casos de emisoras como la SER con esas audiencias tan grandes debe ser imposible ofrecerlo al gusto de todos. Entonces, además de la honestidad hay que sumar el rigor y el sentido común. Y como no, olvidar el espectáculo y el amarillismo, que para eso ya están otros.
Al fin y al cabo, seguir los criterios de noticiabilidad que se enseñan en la facultad es lo más sensato (proximidad, repercusión de los hechos, relevancia del personaje...). Eso sí, creo que deberíamos quitarnos el miedo a salirnos de la agenda establecida.

Anónimo dijo...

A eso voy yo: "una honestidad que nunca debe olvidar al oyente que hay al otro lado". Eso implica un criterio. ¿Cuál es el criterio?

P.D.: Aprovecho para dar las gracias por el debate. Gracias por comentar, por implicaros. Sois geniales!