domingo, 21 de octubre de 2007

Querer saber (y II)

Faltaban todavía algunos minutos para las nueve de la mañana cuando nos encontramos. Apreté mi mano como no recordaba haberlo hecho nunca, sintiendo su tacto firme entre mis dedos. Sólo le había mirado la cara, pero ya me había producido una sensación contradictoria: una mezcla de extrañeza y de tranquilidad. Como el reencuentro con la pareja que se ha sometido a una operación de cirugía estética; como el regreso a los parajes de la infancia, que se muestran terriblemente distintos de lo que podíamos recordar.

Bajo la tilde azul hemos visto esta mañana a Pasqual Maragall, la noticia del día que no debería haberlo sido y que es, en cambio, muy necesario que lo haya acabado siendo. Y en el rellano final de la escalera del ex president, cuatro temas. Sólo cuatro temas. Ésa es la asignatura pendiente, el examen de octubre, que no de septiembre, el reto de lo global: los temas. El diseño es, simplemente, dinero. Y buen gusto, y tradición más modernidad, y visión, sí, quizá algo de visión, pero sobre todo dinero. Euros para atreverse a agrandar las fotos, a extender el color [raros Forges y Peridis, lejanos a los grises] y a exhibir el plantel de infografistas. ¡Pero los temas! Las miradas sobre China, Internet, marihuana y Tijuana... ¡Eso sí es el nuevo siglo!

¿Qué hace la edición de este domingo 21 de octubre en eso de los temas? Algunas cosas muy interesantes: lo primero que llama la atención en la portada [¿quizá lejos de las intenciones de los diseñadores?]... es el dibujo de García Lorca. Bonito el diseño del arranque de Cultura, con los poemas flotando sobre la página. Después, claro, la entrevista con el Jefe de Interrogadores de Guantánamo. Un guiño para la clientela de primera hora. Izquierda. Izquierda anti-Bush sin necesidad de un "Fuck Bush".

De momento, lo que nos demuestra el nuevo El País es que sigue siendo la Armada Informativa: María Teresa Fernández de la Vega, Lech Walesa, Doris Lessing, Michelle Pfeiffer, José María Setién, Pasqual Maragall, Alipio Ribeiro [Director de la Policía Judicial Portuguesa] y Cayetano Rivera Ordóñez en un mismo número. La sección de Opinión, potenciada, serena, se adentra mar adentro en el diario: es más difícil de encontrar. Es bueno. La sección de España queda emparedada entre Internacional y Economía, le resta entidad... es desconcertante.

En El País Semanal, llora la Tierra. Una primera parte de la revista muy caótica: tipográficamente, visualmente, temáticamente... dura. Después, la gran entrevista, el gran reportaje, las ideas fuerza. Manido el tema de la ecología, más allá de la portada impactante y moderna. Después, algo genial que se llama "2027. ¿Qué pasaría si...?". El juego de la publicidad y del futuro, para desembocar en los tradicionales espacios de la moda y los relatos.

El País ya tiene la mochila, ahora tiene que empezar a caminar. Ya contábamos con las exclusivas de Ekaizer. Llega la hora de que el mundo comience a hablar.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

El diseño es más limpio. Moderno. Resulta agradable. Me hubiera gustado que los arranques de las secciones fueran más contundentes. No había pensado en el "efecto emparedado" de España, pero sí, la sección se queda encerrada. Pantallas me ha decepcionado mucho. Esperaba algo más rupturista y con más espacio. Me gusta que local sea una separata, pero el diario se queda así en poca cosa. Me ha agobiado la "Intro" de El País Semanal. Para ser una introducción es eterna. Los temas, lo esperable. Más de lo mismo, pero mejor vendido. Sigue siendo un buen periódico. Me daba miedo que diera un giro al estilo "Público".

Rafa dijo...

¿Los temas, lo esperable? La fortuna de Amancio Ortega, el huido del 11-M suicidado en Irak, el plan antidroga de Bush en México en exclusiva, la entrevista y los entresijos de Guantánamo, la composición íntegra de los cigarrillos, las ayudas agrícolas europeas a los millonarios españoles, la conversación del Rey y Aguirre, las deudas de Pavarotti, inéditos de Lorca, primera entrevista a Doris Lessing, Maragall explicando en una tribuna su enfermedad, enviado especial a la montaña kurda, el vídeo de los linces en Castilla-La Mancha, el relato de la mayor fuga de una cárcel franquista, Manolo Blanick describiendo sus zapatos en exclusiva, De La Vega... Si eso es lo esperable...

Anónimo dijo...

Sí, Rafa. Tienes razón. Grandes temas y buenas exclusivas. Pero, ¿cuál de esos temas no hubiera estado en el periódico de hace dos o tres domingos?¿Era el de ayer un periódico mejor? Es posible que sea injusto, pero quiero una pirueta más. Un triple salto mortal. Permíteme que sea inconformista. No quiero hacerme mayor.

Anónimo dijo...

Hola, Rafa... En primer lugar, me alegra leerte por aquí. Quizá no se ha entendido bien la orientación del post. Termina así: "Ya contábamos con las exclusivas de Ekaizer. Llega la hora de que el mundo comience a hablar." Creo que esas dos oraciones finales dan la clave de lo que pienso sobre el nuevo EL PAÍS, que además coincide con lo que drewig ha dicho un poco más arriba: no es nada que no haya podido publicar EL PAÍS cualquier otro domingo. Matizo: es la acumulación de varios domingos, la traca inicial de una nueva etapa. Pero, sin desmerecer los temas que enumeras y que yo también elogio... estoy esperando leer todo sobre China, Internet, marihuana y Tijuana. No creo que se trate de exclusivas, sino de cambiar la mirada. Un abrazo fuerte.