miércoles, 9 de enero de 2008

Commander in Chief

No es que haya dado la sorpresa, es que ha demostrado que la política norteamericana es muy distinta de la española. Allí un gesto, un consejo de un asesor de campaña... se pone en práctica... y funciona. Hillary Clinton se emocionó, le tembló la voz, y arremolinó en torno a sí un buen puñado de votos. No sabemos quién llegará a la Casa Blanca, pero sentimos envidia: ¿imagináis los caucus de La Rioja o las primarias murcianas?

1 comentario:

Anónimo dijo...

La verdad es que es envidiable eso de poder elegir a los candidatos a la presidencia como hacen al otro lado del Atlántico. Sin embargo, da la impresión de que en Estados Unidos lo que se hace es sustituir al aparato del partido (o el "dedazo" de un presidente del Gobierno saliente), por el dinero... Vamos, cambiar a los amigos del partido, por los amigos millonarios. En cualquier caso, una vez superado el filtro del dinero, sí hay una elección mucho más democrática que aquí.