martes, 3 de junio de 2008

Los vasos comunicantes

Los fluidos tienden a llenar los espacios vacíos. ¿Y qué es un partido político sino un fluido...? El Partido Popular lleva aproximadamente tres meses ensimismado, pensando en Valencia, en los liberales y en que Ortega Lara se ha dado de baja. Bien. Tenemos 10 millones 300 mil votantes desprovistos de referencia ideológica, sin bandera a la que aferrarse y sin discurso que seguir. ¿Qué discurso? Precisamente el que no entonó el PSOE en la campaña electoral, y el que lo separó de la mayoría absoluta: mano dura con la inmigración, bajada de impuestos, contención social ante la crisis económica... Ésas son las bases. Ahora, los hechos. Desde las elecciones del 9M, el nuevo gobierno socialista ha ido variando poco a poco su argumentario para intentar llenar ese vacío, para atraerse a los votantes de centro-derecha.


El nombramiento de Celestino Corbacho como ministro de Trabajo e Inmigración; el anuncio de una ofensiva laicista pero, eh, cuidado, paso a paso; el juego perpetuo de Pedro Solbes con la opinión pública acerca del superávit y el déficit; el consenso educativo con quienes se manifestaron junto a la Iglesia y la ultraderecha. Todo esto aliñado por la flagrante ausencia de la escena pública de buena parte de los nuevos ministros. ¿Qué ocurre? Que Zapatero quiere amarrar desde el minuto 0 una victoria arrolladora en las próximas generales [sean cuando sean], y por tanto, no se trata de medidas extraidas de los resultados electorales... sino más bien de la crisis del PP. Este gobierno se nos ha quedado flacucho... y a mí no me hace ninguna gracia. ¿Se quedarán sin los votantes del otro lado, los que les han vuelto a dar la victoria en 2008?

||||| Todo esto se produce, según La Moqueta Verde, en una Luna de Miel
||||| Costa pone las cartas sobre la mesa... en Juego de Tronos

2 comentarios:

Diego Fernández Magdaleno dijo...

La situación excepcional de PP está creando otra situación excepcional -en distinto sentido, naturalmente- dentro del Gobierno.
Saludos,
Diego

Anónimo dijo...

No sé yo si hablaría, Diego, de una situación excepcional... me parece que el nuevo "talante" ha llegado para quedarse...