Llega la primavera y te pilla así, desprevenido, sin haber ventilado el corazón. Sin haber desempolvado los sueños. Sin haber reparado en que, de una vez por todas, el pasado nunca volverá. Voy a hacer la colada.
jueves, 20 de marzo de 2008
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4 comentarios:
siempre es muy útil sumergirse en los quehaceres diarios, véase hacer la comida, poner una lavadora o tenderla, para olvidarse del pasado. Te animo a utilizar la palabra también para proyectar futuro. Un abrazo desde el Mediterráneo.
Gracias por el apoyo. Sé que estás ahí, aunque no hablemos, aunque no comentes, aunque yo no lo haga... Gracias.
La próxima primavera pensarás: El pasado nunca vuelve, por suerte!
Uhm... La próxima primavera... Quién sabe, Sensai...
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