Este jueves, Valentí Puig se expresa en estos términos en su columna de ABC...
[...] la familia en España absorbió de forma ejemplar la durísima vigencia del paro, en un momento en que los fatalistas lo daban todo por inútil, como ahora agobian a los mileuristas con idénticos síntomas de impotencia y desistimiento. Son los profetas de la inacción. Frente a la competitividad y la imaginación, fomentan la autocompasión. Elaboran una estética del mileurismo en lugar de apostar por el crecimiento económico y el esfuerzo personal. Prometen subvenciones en lugar de abrir puertas.Más adelante, continúa...
En realidad, la sociedad española todavía no ha intentado, en términos reconocibles, desplazarse en busca del puesto de trabajo en lugar de pretender que sus hijos tengan un puesto de trabajo en la esquina de casa. A diferencia de otras sociedades, la movilidad geográfica es escasa, laboralmente hablando.Remata así...
Nada está escrito. Los individuos forjan su propio destino. En el fondo, el mileurismo es un mito.¿Qué os parece? ¿Es el mileurismo un mito? En el razonamiento de Puig hay, al menos, un argumento incongruente: ¿cómo se puede fomentar la movilidad geográfica si no se potencia el uso del alquiler?
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