Hay un momento de la película... en el que Charles Laughton se pone la peluca, engancha los dedos en sus tirantes y finge dirigirse al juez durante un hipotético juicio...
Excelencia, señores del jurado... Ante ustedes presento una causa por homicidio justificado. Durante cuatro meses, este supuesto ángel de bondad... ¡ha manoseado, sondado, punzado, martilleado y torturado mi indefenso cuerpo, mientras atormentaba mi mente con palabras aptas para un niño de pecho!El título del blog es un homenaje a uno de los grandes clásicos del cine. Testigo de Cargo es la película de Hitchcock que el maestro del suspense nunca dirigió. Y es, sencillamente, perfecta: en la ejecución, en la tensión dramática, en la composición de personajes. Sólo hace falta decir que se trata de la adaptación al cine de una obra de Agatha Christie, y que el encargado de la proeza es un tal Billy Wilder. Como dice el propio Laughton en el trailer... "No cuenten el final a sus amigos"...
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