domingo, 23 de septiembre de 2007

Rosas de abril (de 1931)

Pasear a mediodía por el recinto en que se celebra la Fiesta del Partido Comunista de España da idea, a través del olor, de cómo puede ser aquello a medianoche. Es la imagen más visible: los conciertos, la bebida, la desinhibición... De día, los distintos pabellones que componen el Recinto Ferial de la Casa de Campo brillan, bajo la ya algo mortecina luz de septiembre, con los colores de la bandera republicana. Y entre banderas, folletos y coloquios, un grupo de mujeres ha sido homenajeado este domingo. Mujeres que hicieron mucho por el PCE (durante la II República, durante la Guerra Civil, durante el Franquismo y con la llegada de la Democracia). Mujeres que, si fueran desprovistas de símbolos e ideología, algo que nunca consentirían, seguirían representando a la perfección el coraje de la condición femenina. La lucha, el coraje, la protección del prójimo.

Esta mañana hemos podido escuchar historias como la de Rosario "La Dinamitera", que perdió una mano cuando combatía en las trincheras contra las tropas franquistas, que regresó a la libertad tras varios años de cárcel cuando otras mujeres "tenían sus dos manos para trabajar"; o como la de Concha Carretero, encargada de gestionar, entre otras, la sindicación textil de Madrid durante la guerra, y muy cercana al proceso de las llamadas "Trece Rosas".

Desde Testigo para la Acusación, el más sentido homenaje a su lucha por la libertad. Sea bajo la ideología que sea.

En el vídeo, un homenaje a las "Trece Rosas" en el Cementerio de la Almudena de Madrid, hace aproximadamente un mes y medio. Concha Carretero dirige unas palabras a los asistentes. En el segundo 40, aparece también Rosario.

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