miércoles, 28 de mayo de 2008

Cuando lo polémico no es suficiente

El número mágico tiene 7 cifras: 2-2-5-0-6-0-9. O lo que es lo mismo, dos millones doscientos cincuenta mil seiscientos nueve. Son los votos con los que el Partido Socialista aventajó al Partido Popular en las comunidades en las que ganó el pasado 9 de marzo. Es decir, son los votos que le harían falta al PP para darle la vuelta a la tortilla en Cataluña, Andalucía, País Vasco, Aragón, Extremadura, Canarias, Asturias y Baleares. Hablar de votos en términos absolutos, sin porcentajes, puede ser engañoso [no sabría decir qué vale más, si 1 millón de votos catalanes o 70.000 votos vascos], pero sí nos ofrece un panorama interesante para entender qué ocurre en el seno del PP. Esta noche, Mariano Rajoy y Esperanza Aguirre se han subido al mismo atril para pronunciar dos discursos distintos pero no opuestos. En apenas 3 minutos podemos resumir sus argumentos...


Cuando Rajoy habla de 12 ó 13 millones de votos sabe muy bien lo que dice. Durante las últimas jornadas, en medio de la vorágine de las candidaturas y los nombres, siempre se habla del "millón trescientos mil votos" que el PSOE sacó al PP en las generales; se habla de ese millón y pico como del pequeño obstáculo que separa a los populares del poder; y se habla, finalmente, de Cataluña y del País Vasco como los territorios hostiles que acabaron alejándoles de La Moncloa... Pues bien, el gráfico de arriba contribuye a abrirnos los ojos. Las 8 comunidades que se decantaron por los socialistas en las pasadas elecciones reportaron una ventaja al PSOE de 2.250.000 votos: ése es el verdadero campo de juego del PP. No se trata sólo de un millón trescientos mil votos entre Cataluña y el País Vasco; no se trata sólo, al fin y al cabo, de sonreír a CiU y PNV para recuperar La Moncloa [aunque Rajoy sepa que el camino pasa irremisiblemente por ahí]; se trata de tener en cuenta que en Aragón [trasvase], en Canarias [gobierno con CC] y sobre todo en Andalucía [¿candidato Arenas?] el PP tiene todavía un amplio margen para crecer.

Atención, de todos modos, sobre este detalle: Esperanza Aguirre NO HA DICHO [tampoco su entorno] que no deban alcanzarse acuerdos con los nacionalistas. Se limita a atizar a Rajoy con aquello de los principios para aprovechar el portazo de San Gil, pero... ¿es que no imagináis a Aguirre fotografiándose junto a Íñigo Urkullu o Artur Mas? So do I.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

El PP tiene que crecer allí donde pueda, sin ganarse enemigos como en Cataluña (también en Euskadi). Y, sí, los nacionalistas le ayudaron a mantenerse en Moncloa. Entonces no hubo problema para negociar (Je, je, no acabo de ver a Espe con Urkullu... ¿o sí y ella es la más inteligente?).

Anónimo dijo...

¿Es ella la más inteligente o es su entorno el más astuto?

Anónimo dijo...

Los que rodean a Aguirre están a la altura de sus exigencias, de su ambición... y ellos también la tienen. Otra cosa es su valía real.